Puto. El grito.

Haciendo limpieza de mi información en sitios públicos, encontré algo que escribí en junio de 2014, respecto al sabrosísimo grito de ¡Puuuutooo! que sigue causando controversia y multas.
Acá lo dejo de nuevo. Y puto el que no lo lea. 


¿Decir Puto es realmente el problema?
Me sumo a la discusión con esa pregunta. ¿Gritar Puto cuando despeja el portero es discriminatorio? Todos los encargados de cuidar que no se discrimine y hasta los verdaderos putos han dicho que sí, que es ofensivo. ¿Es ofensivo o es discriminatorio? ¿Es lo mismo esto que aquello?
Discriminar es desvalorizar a alguien o darle un tratamiento diferente con base en sus características particulares. Los expertos en estos temas agregan “con b
...ase en su raza, color, sexo, condición, edad, religión o preferencia sexual”.
Vamos barajeándola despacito:
Discriminación es cuando todos, incluyendo al entonces titular del Ejecutivo, se refería a esos niños que jugaban basquetbol muy bien con la expresión “estos niños triquis juegan bien al basquetbol y no tienen ni zapatos”.
Como todos lo vimos normal y paseamos a los chamaquitos por todo el mundo como en un circo emanado de las nuevas disposiciones en el Distrito Federal, nadie dijo nada respecto de la discriminación a la que fueron (son) sujetos esos niños. Nadie gritó Puto en sus partidos. Sólo nos aseguramos de reforzar su origen indígena, su pobreza y claro, su falta de zapatos.
Si fueran niños de escuela de legionarios que ganan torneos de futbol en Europa nadie los mencionará, pues ellos son “privilegiados”.
La pobreza, los indígenas y los niños venden. Venden más si los discriminamos para remarcar sus diferencias con “todos”.
Ofensivo es cuando al chofer de un taxi le gritas en la calle ¡pinchindio jijoeputa! No sabes su origen étnico ni la profesión de su honorable mamacita y es muy probable que ni sea indígena y que su madre del alma sea una santa. No estás discriminando al susodicho chofer porque al conductor del auto que acaba de pasarte a toda velocidad -¿era un r8?- le gritarás lo mismo. No te importa si es hijo de un diplomático finlandés y su mama es la heredera al trono de Flandes. Le gritarás ¡pinchindio jijoeputa! a él y a todos los que se te cierren en tu trayecto diario.
Es igual con Puto. No se le grita al portero por discriminar a los homosexuales. Nadie sabe ni le importa si el portero en turno prefiere uno u otra. Simplemente es puto por pertenecer al otro equipo. Igual que es un mocho el que toma en serio su religión, pendejo el que te vio la cara, maricón el que no quiso liarse a golpes contigo y mongol el que dijo alguna tontería.
No es discriminación. Es ofensivo. Cambiemos el fondo de la discusión.

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